27 abr 2025

Informe especial: Los Riesgos Ocultos de los Aranceles: Mantener los Niveles Actuales No Es Una Opción

 


Informe especial: Los Riesgos Ocultos de los Aranceles: Mantener los Niveles Actuales No Es Una Opción


 

Los aranceles, a primera vista, parecen tener un impacto relativamente sencillo: precios más altos para los productos importados, lo que se traduce en mayores costos para consumidores y fabricantes estadounidenses, y potencial afectación al crecimiento económico.

Sin embargo, un análisis más profundo, revela que los aranceles son mucho más peligrosos de lo que se podría haber pensado inicialmente.

La situación actual con respecto a los aranceles, especialmente aquellos aplicados a China, está generando distorsiones preocupantes en los mercados financieros.

Una señal de alerta temprana es el absoluto desplome proyectado del tráfico de productos que vienen de China a Estados Unidos a partir de mayo, evidenciado en puertos como el de Los Ángeles. Esto no es un asunto menor; es algo muy serio que puede causar problemas significativos.

Para cuantificar estas distorsiones, se ha observado el "índice de ruido económico" en Estados Unidos. Este índice, definido por la mezcla del índice de sorpresas económicas y el índice de incertidumbre de política económica, muestra una clara correlación con el comportamiento del mercado: cuando el ruido económico es muy negativo, causa mucho daño al mercado (SP500); cuando el ruido pasa a ser positivo, los mercados se recuperan. Actualmente, el ruido económico ha alcanzado un nivel extraordinariamente alto, no visto desde 2003 (excepto durante el COVID). Según el análisis, esto es excesivo y sugiere que el asunto "se le ha ido claramente de las manos" a la administración de Estados Unidos.

Pero el problema es más profundo, el 37% de las importaciones de Estados Unidos desde China no son productos terminados, sino productos intermedios que se incorporan en procesos de producción.

El impacto de los aranceles sobre estos bienes intermedios es que aumentan los precios de venta pero, simultáneamente, es difícil trasladar completamente este aumento a los precios finales, ya que los salarios no suben lo suficientemente rápido para compensar. Esto lleva inevitablemente a una compresión de los márgenes de beneficio para las empresas que dependen de estas importaciones.

La compresión de los márgenes de beneficio tiene consecuencias graves: el deterioro de las ganancias corporativas. Este deterioro, a su vez, conduce a un ensanchamiento de los diferenciales de crédito y a un endurecimiento de los estándares de préstamo. La culminación de este proceso es un aumento de impagos y una contracción del crédito privado, lo cual ocurriría mucho antes de que la inflación se vuelva persistente.

Este escenario de contracción del crédito privado no es hipotético; se ha observado en ocasiones anteriores donde los aranceles jugaron un papel importante.

  • Subida de aranceles Smoot-Hawley (años 30): Se subestimó el impacto en los precios, que fue peor de lo esperado. Más importante aún, se subestimó (exactamente como se podría estar haciendo ahora) la rapidez con la que se desplomó la demanda y, crucialmente, con la que se congeló el mercado de crédito.
  • Guerra comercial 2018-2019: Aunque los aranceles fueron menos elevados que ahora, el estrés en los márgenes corporativos forzó a la Reserva Federal a aplicar estímulos de emergencia antes de que se declarara una recesión oficial. En este episodio, los temas de crédito también comenzaron a complicarse.

La situación actual presenta factores que podrían acelerar y amplificar estos problemas:

  • El sector privado en Estados Unidos hoy presenta un apalancamiento mucho mayor en comparación con esas épocas.
  • Las regulaciones bancarias son más estrictas.
  • El sector de pequeñas empresas, que absorbe el 41% de las importaciones de China, es mucho más frágil que antes.

Estos factores implican que la compresión de márgenes tiene un camino más rápido, los problemas en el crédito pueden surgir con mayor celeridad, y se podría avanzar más rápidamente hacia un estrés sistémico.

La conclusión clave que surge de este análisis es que mantener estos aranceles en niveles elevados no resultará simplemente en inflación, como se suele pensar. En cambio, puede desencadenar un ciclo volátil de colapso de márgenes corporativos, recesión de ganancias y contracción del crédito.

Este ciclo forzaría una intervención de liquidez por parte de la Reserva Federal. Esta intervención no sería ordenada, sino desordenada. No sería lineal, sino no lineal. Y, crucialmente, no sería el proceso desinflacionario limpio que muchos pronostican.

Por ello, es necesario considerar que el tema de los aranceles está yendo demasiado lejos. La reflexión fundamental, es que los aranceles tal y como están ahora "no son una opción". O se cambian, o la situación derivará en problemas y una crisis de confianza evitable que podría volverse mucho más preocupante y seria, llegando a "irse de las manos". Un comentario preocupante, como la posibilidad de que los aranceles terminen entre el 20% y el 50% a finales de año, podría ser el catalizador que active este escenario.

En resumen, se advierte que la política arancelaria actual, lejos de ser una herramienta con efectos limitados a la inflación, encierra riesgos significativos de desestabilización económica a través de la compresión de márgenes corporativos y la contracción del crédito privado, lo que podría forzar intervenciones desordenadas y no inflacionarias por parte de la autoridad monetaria. Mantener el statu quo arancelario se presenta como una opción inviable y peligrosa.

 

 

Fuentes

  • https://x.com/onechancefreedm
  • https://x.com/carpatos
  • The Economist
  • Wall Street Journal
  • Morningstar
  • Imagen: Grok





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