Soy argentino, y no conocía al Papa Francisco.
En estos días de marzo de 2013, luego del Cónclave del Vaticano donde se eligiera el Ex Cardenal primado de Buenos Aires, Argentina, Monseñor Jorge Bergoglio, como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Romana, se ha disparado una cataratas de informaciones de la vida y obra de este sacerdote, cuyas características han sidos desbordadas en elogios y admiración en el mundo entero.
Muchas personas, argentinas en su mayoría, expresan que han conocido personalmente a este hombre, y han visto lo que en su misión pastoral realizaba.
Otros, por la cercanía, convivieron el desarrollo y formación del Cardenal Bergoglio.
Lamentablemente, me encuentro entre aquellas personas, que no conoció a Francisco.
Pero no se trata de conocer personalmente, sino que no lo conocía desde el punto de vista de su misión pastoral. Me corrijo, no lo quise conocer.
Me encuentro dentro de las personas, que al escuchar las palabras de Bergoglio, cambiaba el canal de televisión, o pasaba a otra pagina web si esa información estaba en la Internet, o lisa y llanamente hacía otra cosa, en lugar de escuchar lo que estaba intentando decir.
Me encuentro dentro de las innumerables personas, que con el descreimiento propio que la Iglesia Romana nos brindaba, trataba desde el subconsciente de no saber que se estaba gestando en esta hermosa Argentina.
¿No es eso acaso lo que hacemos todos?.
Ciertamente, nadie es profeta en su tierra...
No lo fue Cristo en su paso por esta humanidad humillada y doliente, y en mi caso, no lo fue Francisco.
Que gran lección de humanidad, nos ha dado Dios, en esta nueva etapa de la Iglesia en la que profesamos humildemente nuestra Fe.
Soy argentino, y no conocí al hombre que hoy, a esta hora de la vida humana, parece haber revolucionado el mundo de la Fe.
Las cadenas noticiosas, tienen más demanda de información, el Vaticano se encuentra convulsionado de fieles y turistas que quieren presenciar y visualizar sus exposiciones, se venden merchandasing y recuerdos vaticanos sin precedentes, al menos desde el papado de Juan Pablo II, y hasta el Jerarca de la Iglesia Ortodoxa, después del Primer Cisma de Oriente, unos 1050 años atrás, que no visitaba el Vaticano desde la separación de ambas Iglesias, hoy anuncia que asistirá a la Asunción del Pontificado del Papa Francisco de la Argentina.
El mundo desea, tener más Fe, creer más en su Iglesia, y espera que este hombre, cargue en sus hombros el peso de la responsabilidad de un cambio de paradigma, que nos brinde ese deseo de ver a nuestra Iglesia, así como Cristo Jesús la ideó, cimentada en el amor, la caridad, y en la paz de todos.
Un Cardenal español, con gran tino comentó, que el mundo debe agradecer a Dios y a la Argentina, por formar un hombre que lleve la Iglesía en este momento tan especial.
Pensar, que lo teníamos, aquí cerca... En el subterráneo, en el colectivo, recorriendo cárceles, lavando los pies de mujeres en las Semanas Santas, bautizando criaturas de madres solteras, reprendiendo la ostentación de las reuniones de Cáritas, asistiendo a sinagogas, donando su jubilación a Parroquias pobres, visitando villa de emergencias, ayudando a sacerdotes a cumplir su difícil tarea pastoral en zonas casi impenetrables por la delincuencia, pasando año nuevo en cárceles, y negándose a vivir en los amplios aposentos de su Diócesis, y sobre todo intentando en su vida pregonar la Fe de Cristo.
No se si su pontificado será bueno o malo, o si podrá realizar los cambios que tanto se espera de él. Tampoco sé si el mundo valorará en el futuro la misión que emprenderá en pocos días. Pero en este mundo de ocho mil millones de personas, existe gracias a este hombre de aquí cerquita, una expectativa nueva, unas ganas férrea de volver a Creer en la Iglesia, en nuestra Iglesia, en Dios y en Cristo...
¿Acaso eso no es un milagro...?
Pensar, que lo tenías aquí, cerca... ¡Que gran lección nos ha dado Dios...!!!
Horacio Marcelo Canteros
18 de marzo 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario