Es improbable intentar imaginar, en un contexto político y social tan cambiante
como el de la Nación
Argentina, con antagonismos, crisis, y carencia de valores
sociales y morales, descubrir en ese contexto tan particular, una persona que
basándose en la humildad, honestidad, y un don de gente, marque en su vida los
ideales de la democracia como sistema social, y de la honestidad como principio
rector de su accionar público y privado.