Según el informe, un software pre-instalado en las computadoras de los usuarios detectaría si alguien está copiando ilegalmente un material o reproduciendo contenido sin autorización, y al hacerlo bloquearía la computadora del supuesto infractor y secuestraría esos archivos.
El mecanismo se desactivaría cuando el supuesto infractor “llame a la policía y confiese su crimen”, informó el sitio especializado Boing Boing.
Por su parte, el sitio The Next Lab publicó que "haciendo a un lado las ilegalidades, no está claro exactamente como funcionaría este sistema. La propuesta ya fue criticada por los grupos defensores de derechos y no se espera que el Congreso siga adelante con este proyecto en el corto plazo".
En el texto presentado se lee textualmente: "Se puede crear un software que permita sólo a los usuarios autorizados abrir los archivos con cierta información valiosa. Si un usuario no autorizado intentara acceder a esa información, tendrían lugar ciertas acciones. Por ejemplo, el archivo podría volverse inaccesible y la computadora de ese usuario bloquearse, mostrando instrucciones para contactarse con las autoridades legales y así obtener una clave que permita el desbloqueo".
"Esta medidas" -continúa el informe- "no violan las leyes vigentes sobre el uso de Internet, y sirven para mitigar los ataques y estabilizar un incidente cibernético para proporcionar el tiempo y pruebas necesarias para la aplicación de la ley".
La nueva propuesta de la industria del entretenimiento se suma a otras como PIPA, SOPA y OPEN, que durante el año pasado intentaron imponerse como soluciones necesarias para "combatir la piratería" en Internet. Sin embargo, la batería de rechazos que suscitaron -principalmente entre activistas y agrupaciones de defensa de derechos ciudadanos- impidieron que el Congreso estadounidense las votara.
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